La Doble Limpieza…¿Será tan buena como dicen?

15 de setiembre de 2021

Sin título 2

¿Sabías que por cada día que no limpias tu rostro, éste envejece 6 días? Es por esto que la doble limpieza es tan popular, por ser una forma efectiva para dejar la piel realmente limpia.

La doble limpieza es una técnica coreana que consiste en limpiar el rostro primero con un producto de base oleosa y luego con un producto de base acuosa. El producto de base oleosa permitirá disolver grasa, impurezas, maquillaje y protector solar. El producto de base acuosa permitirá retirar suciedad, impurezas y cualquier resto del producto oleoso. Esta técnica ha demostrado ser efectiva para dejar el rostro completamente limpio.

Su origen data en Corea o Japón en el siglo 14. En Corea, se acostumbraba usar un limpiador oleoso para remover los polvos que se aplicaban en el rostro o para suavizar la piel. Luego, con agua de arroz limpiaban el rostro para remover impurezas. Por su lado en Japón, este método se utilizaba porque la pintura blanca que usaban solo podía ser removido con un limpiador oleoso. Un limpiador acuoso se usaba posteriormente para rejuvenecer la piel y eliminar cualquier residuo del aceite.

La técnica es muy fácil y se adapta muy bien a cualquier tipo de piel. La clave es elegir los productos de acuerdo a tu tipo de piel y a sus necesidades. Si tienes piel grasa necesitarás productos ligeros, mientras que si tu piel es seca puedes optar por productos que contengan insumos más hidratantes.

El primer paso es aplicar el producto de base oleosa. Sigue las instrucciones de cada producto para que puedas aplicarlo correctamente. Dependiendo del tipo de producto, podrás aplicarlo con las manos, con un cotton pad o directamente sobre el rostro. Una vez aplicado el producto, hay que masajear el rostro muy suavemente pero con decisión (sea con las manos o con el Cotton pad) para disolver la grasa, el maquillaje (si te colocaste) y el protector solar.

Una vez que has terminado, puedes pasarte una toallita mojada en agua tibia sobre el rostro para retirar los restos del limpiador y maquillaje. Esto es opcional pero si es recomendable, si has usado un maquillaje intenso (para terminar de retirarlo por completo), o si por tu tipo de piel, has usado un limpiador un poco denso.

El segundo paso es aplicar el limpiador a base acuosa o lavar el rostro con un jabón suave. Igualmente, la manera de aplicar el producto dependerá de las indicaciones de uso, pero una vez aplicado sobre el rostro, debemos masajear. No es necesario dejar el producto mucho tiempo, basta masajear un momento y enjuagar.

Ahora tu rostro está completamente limpio y listo para absorber adecuadamente los productos que coloques a continuación en tu rutina. Y, si usas los productos adecuados, mantendrá su equilibrio. Recuerda secar tu rostro con una toalla facial limpia y dando toques suaves.

Puedes hacer la doble limpieza 1 o 2 veces al día como máximo, todos los días.

Si te gustó este artículo, compártelo. Cuando te quieres, te cuidas.