1. Lo primero es tener claro qué es lo que estás buscando, qué es lo que necesitas: ¿hidratación, luminosidad, limpieza, prevenir el envejecimiento? Así, podrás elegir la variedad de productos que suplan una o más necesidades.

2. Otro punto importante es, conocer nuestra piel, si tiene alguna alteración: ¿tenemos piel sensible, tenemos acné, se pone grasosa en ciertas zonas? Tener esto claro, nos permitirá elegir entre texturas, consistencias, ingredientes, etc. y no comprometer la piel ni empeorar afecciones.

3. Tan importante como elegir los productos es conocer su modo de uso y seguir el orden de una rutina básica:

De día:

1. Limpieza
2. Tonificación
3. Serum / tratamiento específico
4. Hidratación
5. Protector solar
6. Maquillaje

De noche:

1. Doble limpieza
2. Tonificación
3. Serum / tratamiento específico
4. Hidratación

Como nota aparte, espera unos minutos entre producto y producto para que la piel realmente los absorba y no tener esa sensación de piel grasosa o que está muy cargada.

Por ejemplo, entre la crema y el bloqueador, se recomienda esperar entre 5 a 7 minutos, y lo mismo entre el bloqueador y el maquillaje.

Y recuerda, no necesitas más de un producto realizando la misma función. Con que tengas productos cumpliendo al menos un paso de la rutina, es sufi.

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